El Islam y la contracepción

En la actualidad, el Islam no tiene una única opinión sobre la contracepción y el aborto. Existen varias escuelas interpretativas cuyas lecturas del texto sagrado resultan divergentes. Y es lógico que estas diferentes escuelas respondan a los nuevos problemas que suscitan los nuevos fenómenos, como son la contracepción y el aborto masivo.

Antes de desarrollar estos temas, es necesario comprender la estructura y la naturaleza del derecho islámico.

El derecho musulmán

El Islam[1] se estructura alrededor de un sistema legal cuyo orden de prelación de normas es el siguiente:

  1. El Corán -que se considera la revelación divina final hecha por Alá a su profeta Mahoma (~570-632)- es la primera fuente de derecho del Islam. El Corán se considera increado y preservado por Alá de toda modificación o alteración. También se reconoce a la Biblia[2] como inspirada y protegida por Alá, pero lo que el Corán dice debe prevalecer sobre Ella (5:48).
  2. La sunna (conjunto de dichos y acciones del profeta) es la segunda fuente de derecho para el Islam. La sunna está conformado por los hadices, reunidos y clasificados (aproximadamente 150 años después) por los musulmanes en varias obras, como صحيح البخاري sahih al Boukhari, صحيح مسلم sahih Mouslim, etc. Se trata de palabras o conductas de Mahoma consideradas por los musulmanes como ejemplos a seguir. Y se encuentran clasificadas de acuerdo a su القبول دَرَجة [daraja al-qabûl]grado de admisibilidad. Algunos autores, como al-Bukhari, han clasificado los hadices en auténticos o en aceptables, y otros han sido descartados.
  3. La unanimidad de los musulmanes Se refiere a una cita de Mahoma que asegura que los musulmanes no serán unánimes en el error;
  4. El القياس quiyás (literalmente «la medida»), que permite juzgar una situación para la que no existe legislación, a partir del juicio sobre una situación análoga.

Con esta metodología se constituyeron las sharias, códigos de jurisprudencia (fiqh) musulmanes, que establecen distintas categorías de leyes. Las sharias clasifican las acciones humanas en cinco categorías:

  1. las obligatorias, como respetar los cinco pilares del Islam,
  2. las recomendables, como el matrimonio,
  3. las neutras (mubah)
  4. las censurables (makruh), como el celibato o el divorcio,
  5. las prohibidas, como los delitos penales (robar, matar, etc.) o los tabúes alimenticios (cerdo, alcohol, etc).

Sus formulaciones son de dos tipos:

  • La ley (al hukm) que se estructura en:
    • Al muamalat, que regula la moral y los derechos civil y penal,
    • Al Ibadat, que regula la liturgia, la oración y la adoración.
  • La fatwa, que es una opinión jurídica brindada por un especialista para solucionar una cuestión sobre la que no existe una jurisprudencia islámica clara.

Hablamos de sharias en plural, ya que existen diversas tradiciones de derecho musulmán, basadas en diferentes مذهب [madhab] escuelas jurídicas.

Actualmente existen:

  • Para el sunnismo,
    • La malequita,
    • La hanafita,
    • La chafeita,
    • La hanbalita,
  • Para el chiitismo,
    • La jafarita

Es por ello que todas estas escuelas expresan muchas veces opiniones divergentes, puesto que la exégesis del Corán es a menudo poco rigurosa, lo que conduce con frecuencia a preceptos contradictorios.

Las antiguas opiniones sobre la contracepción y el aborto

Los dos puntos de referencia fundamentales para la vida de un musulmán son el Corán y la Sunna (sólo los hadices confiables). Los razonamientos humanos -falibles por naturaleza- deben ser considerados con precaución, sobre todo cuando contradicen estos textos. Sin embargo, el estudio del Corán y de la Sunna es muy complejo, ya que varios versículos del Corán fueron derogados y que es necesario conocer la admisibilidad de los hadices. En efecto, hay hadices que fueron derogados -incluso en Bukhari y Muslim- por lo que no son más aplicables, en tanto que existen otros que deben ser interpretados en relación con su contexto original. A esto hay que sumarle que hay numerosos hadices válidos dispersos en cientos de libros.

De este modo, encontramos en el Corán y la Sunna los principios fundamentales siguientes:

  • Toda vida humana es considerada sagrada, desde la concepción hasta la muerte natural. Solo Alá, Creador de todo, puede crear la vida u ordenar la muerte. El momento de la muerte está predeterminado por Alá.
  • La fecundidad es una bendición y se recomienda la procreación.
  • Nuestros cuerpos pertenecen al Creador. Ni los hombres ni las mujeres tienen el derecho de tratarlos de cualquier modo. Esto comprende el todo y las partes de nuestro cuerpo y todo lo realtivo a la concepción.
  • El suicidio, la eutanasia y el aborto están prohibidos en el Islam.

En efecto, nada hay en el Corán o en la Sunna que autorice el aborto. En cambio, encontramos los versículos siguientes:

«No matéis a nadie que Alá haya prohibido sino con justo motivo» (17:33)
«¡No matéis a vuestros hijos por miedo a empobreceros! Somos nosotros quienes les proveemos, y a vosotros también Matarles es un gran pecado» (17:31), ver también 6:151),
«quien mate a una persona que no hubiera matado a nadie ni corrompido en la tierra, es como si hubiera matado a todos los hombres. Y quien salve una vida, es como si hubiera dado la vida a todos los hombres.» (5:32)
«¡Profeta! Cuando las creyentes vengan a ti a prestarte juramento de fidelidad, (y te juren) (…) que no matarán a sus hijos, (…)» (60:12)

Sin embargo, algunas escuelas consideran que el aborto deja de ser un acto censurable para convertirse en un acto prohibido recién a los 40 u 80 días (120 para los hanbalitas) posteriores a la concepción. En realidad, el Corán no menciona nada de eso. Quienes aseguran lo contrario realizan una exégesis muy imaginativa de algunos versículos (23:14, 39:6), probablemente bajo la influencia cultural del paganismo griego de Aristóteles[3] o del Talmud, que no es una escritura inspirada.

Por su parte, hay otros que concluyen con ligereza a partir de un pasaje de los hadices[4] que la contracepción hormonal está aceptada. Hay quienes opinan que la contracepción estaría permitida con una esposa legítima, siempre y cuando ambos cónyuges estén de acuerdo. Estas interpretaciones dejan de lado el contexto (se pagará un rescate menor por una rehén embarazada) y son incoherentes con el resto del Corán: especialmente, este condena el aborto (y los contraceptivos hormonales son abortivos) y previene contra todo aquello que puede menoscabar la salud de las mujeres (y los contraceptivos hormonales son altamente riesgosos).
De esta manera, encontramos un estudio financiado por el Estado egipcio que concluye que solo el azl (coitus interruptus) es aceptable moralmente, pero que todo método similar que no esterilice definitivamente sería admisible.
¡Podemos señalar que las opiniones difieren sustancialmente según la región, la época y las presiones políticas, por lo que estamos bien lejos de la inspiración divina y de la voluntad de Alá!

La evolución del Islam

Desarrollos recientes

Ahora bien, uno de los fundamentos esenciales de las decisiones jurisprudenciales islámicas es la profunda comprensión del tema analizado. Durante las últimas décadas, los eruditos musulmanes se dieron cuenta que había grandes lagunas en esa comprensión. Es por eso que desean en la actualidad acabar con el aislamiento que los separaba de los especialistas en tales problemáticas, máxime que los grandes progresos en medicina y las nuevas técnicas biológicas abren un gran campo de posibilidades. De este modo, los eruditos plantean nuevos problemas y ponen en tela de juicio lo que sus predecesores -que contaban con menos información- habían decidido.
Es por eso que en la actualidad se celebran congresos en los que se reúnen expertos en derecho musulmán y profesores de medicina para debatir estas cuestiones de bioética (conf. http://www.islamset.com/bioethics/index.html).

Podemos observar que en dichas reuniones se produjo una evolución hacia un mayor respeto por la vida humana. De este modo, en 1983, la declaración final del congreso sobre la Reproducción Humana en el Islam expresa sobre el aborto:
« Luego de examinar las opiniones expresadas por los más antiguos expertos del fiqh (…) y sobre la base de una revisión de los avances médicos y científicos que se manifiestan en las publicaciones y las técnicas médicas modernas; el seminario concluye que el embrión es un organismo vivo desde el momento de la concepción, y que su vida debe ser respetada a lo largo de toda su evolución, y muy especialmente luego de que se le haya insuflado el espíritu. La agresión contra el embrión a través del aborto es ilegal, salvo en caso de extrema necesidad. Algunos participantes, sin embargo, no están de acuerdo con esta postura y consideran que el aborto realizado antes del día 40 de gestación -sobre todo si existe una justificación- es lícito.»

Y sobre la esterilización:
«No hay una opinión unánime sobre la legalidad de la contracepción quirúrgica [NDLR: esterilización] considerada en cada caso concreto en supuestos de necesidad determinados por un médico musulmán digno de confianza, una vez que se hayan agotado todas las otras alternativas posibles. Tomando en cuenta la nación musulmana en su conjunto, la esterilización es ilegal. El seminario denuncia una campaña general de esterilización y advierte sobre la utilización de este método en las guerras demográficas, con el objetivo de convertir a la comunidad musulmana en minoritaria, tanto en sus propios países como en todo el mundo.»

Conclusión

La palabra «Islam» significa «sumisión». Evidentemente, se trata de la sumisión a Alá y no a eruditos cuyas opiniones se contradicen a menudo. Consultar a los sabios de la región a la que se pertenece es una práctica corriente en la tradición musulmana. Pero, ¿ellos tienen una mejor comprensión de la voluntad de Alá que otros sabios que expresan opiniones opuestas?

En caso de duda, lo más prudente y respetuoso hacia Alá es consultarlo a El mismo. Y Alá brindó al género humano numerosas pistas para conocer su Voluntad:

  • la conciencia: De nacionalidad turca, Harun Yahya goza de un inmenso prestigio en su país. Es el autor de numerosas obras -traducidas a varios idiomas- en las que trata temas tan diversos como la fe, la política y la creación del universo.Harun Yahya[5] dice lo siguiente: «Considerar a la religión como un componente más de nuestra existencia, acordarse de ella solo en ciertas ocasiones y pensar que -salvo los ritos culturales- ningún otro aspecto de la vida está relacionado con ella es un gran error humano. En el Corán se declara que toda la vida del hombre, y no solo los ritos, debe consagrarse a Alá: «Di: ‘Mi azalá, mis prácticas de piedad, mi vida y mi muerte pertenecen a Alá, Señor del universo.» (6:162)
    Esto significa que el hombre debe buscar agradar a Alá en todas sus palabras, decisiones y acciones. Si piensa que algo no le es agradable, debe evitarlo totalmente.»
  • El Corán demuestra un gran respeto por la Biblia, y esta última brinda respuestas muy precisas sobre el aborto y la contracepción, temas de los que el Corán habla muy poco. Mas aún: el Corán reconoce la inspiración divina de la Biblia[2bis].
  • El progreso de las ciencias médicas nos permite comprobar que el embrión es un ser humano a partir de su concepción, que su corazón late al 17º día de gestación, etc. Cuando Aristóteles inventó el concepto de animación a partir de los 40 (u 80) días posteriores a la concepción, no sabía nada. ¡Ya es hora de dejar de lado a este filósofo pagano completamente superado!
    Por otra parte, los aspectos abortivos de la contracepción hormonal se encuentran hoy ampliamente comprobados. Esta constatación deberá, lógicamente, dar lugar a una nueva jurisprudencia, más restrictiva, a fin de proteger el derecho a la vida del embrión humano ya concebido.
  • El número de personalidades musulmanas ejemplares[6] que tienen la valentía de defender el derecho a la vida del embrión humano y que cuestionan el aborto y los métodos contraceptivos abortivos es cada vez mayor.

Esta evolución que se está desarrollando no es una occidentalización del Islam sino todo lo contrario. Occidente -que lucha contra el cristianismo desde hace dos siglos- se está muriendo por haber rechazado el consejo de Dios y de preferir la corrupción del aborto y la contracepción. Si el mundo musulmán no quiere compartir esta decadencia, deberá prevenirse de esas plagas, verdaderas armas de destrucción masiva.



1. La siguiente descripción del derecho musulmán es una síntesis corregida de lo publicado en la enciclopedia Wikipedia.

2. Sobre la Biblia, el Corán manifiesta (4:163-165): «Te hemos hecho una revelación, como hicimos una revelación a Noé y a los profetas que le siguieron. Hicimos una revelación a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, a las tribus, a Jesús, Job, Jonás, Aarón y Salomón. Y dimos a David Salmos. Te hemos contado previamente de algunos enviados, de otros no -con Moisés, Alá habló de viva voz-. Enviados portadores de buenas nuevas y que advertían, para que los hombres no pudieran alegar ningún pretexto ante Alá después de la venida de los enviados. Alá es poderoso y sabio».
Más aún: el Corán expresa que Alá no hace distinción alguna entre estos mensajes (3:84): Di: «Creemos en Alá y en lo que se nos ha revelado, en lo que se ha revelado a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las tribus, en lo que Moisés, Jesús y los profetas han recibido de su Señor: no hacemos distinción entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él». De este modo se establece que la autoridad de Alá es superior a cualquier otra. Ver también 4:47, 4:136, 5:44-48,6:92, 154.

Y, contrariamente a lo que muchos afirman sin haberlo verificado, el Corán no dice que la Biblia haya sido modificada. Antes bien, expresa (6:34) «No hay quien pueda cambiar las palabras de Alá» y (10:64) «No cabe alteración en las palabras de Alá» ¡Sin embargo, tanto los judíos como los cristianos ocultan lo que dice la Biblia! (5:15 : «¡Gente de la Escritura! ¡Nuestro Enviado (Mahoma) ha venido a vosotros, aclarándoos mucho de lo que de la Escritura habíais ocultado y revocando mucho también! ¡Os ha venido de Alá una Luz, una Escritura clara!»).

3. Aristóteles (~ 350 a C) filósofo pagano homosexual, creía que el embrión atravesaba por tres estadios diferentes [v. Historia Natural, libro VII, capítulo3]:
1) el estadio nutritivo/vegetativo, característico de las plantas;
2) el estadio sensitivo, característico de los animales;
3) el estadio intelectual/racional, en el que se convierte plenamente en ser humano.
También consideraba que el feto masculino alcanzaba el estadio humano alrededor del día 40 de gestación, en tanto que el femenino lo hacía a los 80 o 90 días.
Aristóteles fue leído durante los califatos de los omeyas y de los abasíes. El filósofo islámico Averroes comentó extensamente a Aristóteles, intentando fusionar su filosofía con el Islam. Maimónides realizó la misma tentativa respecto del judaísmo. En el siglo XII se observa un renovado interés por Aristóteles entre los cristianos. Tomás de Aquíno reintrodujo a Aristóteles en su teología, a pesar de que había sido dejado de lado por los teólogos más sabios que lo precedieron, como Tertuliano.
Aristóteles no fue inspirado por Dios, y su desbordante imaginación influyó excesivamente sobre el pensamiento teológico. Es hora de dejar de lado sus fábulas aberrantes.

4. Se trata de un episodio en el que los compañeros del Profeta le refieren -sin que este los desapruebe- que practicaron coitus interruptus (al'azl) con mujeres rehenes:
«'Abû Sa`îd Al-Khudrî dijo: Partimos de expedixión con el Mensajero de Alá contra los Banû Al-Mustaliq y tomamos cautivas a algunas mujeres virtuosas. Como el celibato nos pesaba y, al mismo tiempo, evitábamos tener relaciones sexuales con nuestras prisioneras ya que temíamos perder el derecho de recibir un rescate para liberarlas (en caso de que las hubiéramos embarazado), quisimos contraer matrimonios temporarios contra compensación, practicando el coitus interruptus. Dijimos entonces: ¿Actuaremos de esta forma sin consultar al Mensajero de Alá que se encuentra entre nosotros? Le expusimos, pues, la cuestión. El nos respondió: « No hay ningún mal en que actuéis así ya que, de aquí al Día de la Resurrección, todo ser que haya sido predestinado a la vida por Alá, no dejará de existir.»

5. De nacionalidad turca, Harun Yahya goza de un inmenso prestigio en su país. Es el autor de numerosas obras -traducidas a varios idiomas- en las que trata temas tan diversos como la fe, la política y la creación del universo.

6. Por ejemplo, el Dr. A. Majid Katme, que es el coordinador musulmán de la organización pro-vida británica SPUC; y el Prof. Hassan Hathout que se enroló en la renovación del Islam sobre las cuestiones de bioética. Estos hombres valientes participaron en 1995 de grupos de presión (que incluyeron también al Vaticano y a numerosos protestantes) que limitaron los desastres preparados por la ONU en ocasión de la Conferencia sobre la Población celebrada en Pekín.

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